lunes, 13 de diciembre de 2010

Críticas a la teoría del Capital Humano: Institucionalismo y Escuela Radical

Institucionalismo:

“Este enfoque (“también denominado teoría del filtro” o “teoría de la selección”), surgió durante los primeros años de la década de los 70, refutando varios elementos de la teoría del capital humano. Sus autores principales son Michael Spence, Joseph Stiglitz, Kenneth J. Arrow, Paul Taubman y Terence Wales.”

“Respecto a las discrepancias de este enfoque con la teoría del capital humano, cabe destacar que el institucionalismo concluye en que la posición social de los individuos repercute en las posibilidades de triunfar en el sistema educativo., de lo que se deduce que la educación no contribuye a la desaparición de las desigualdades iniciales entre los individuos. Ambas teorías comparten que un mayor nivel educativo conlleva a un mayor salario, así como que la educación puede estimular el desarrollo de un país.”(http://nulan.mdp.edu.ar/614/1/rodriguez_ma.pdf

Michael Spence













Escuela Radical:

“Otra visión sobre la educación, pertenece a los denominados economistas de la Escuela Radical, entre los que destacan Samuel Bowles y Herbert Gintis. Estos autores, aunque asumen el papel importante de las credenciales educativas, no limitan las actividades económicamente relevantes de la educación a las de etiquetar a los individuos, si no que defienden la correlación directa entre educación y productividad. Así mismo, en opinión de los mismos autores, la relevancia del análisis está dada por las oportunidades reales de los segmentos más desposeídos de la sociedad  de acceder e incrementar su educación, así como las oportunidades laborales de los titulados, según la posición social.
A través de su análisis, regido por el marco metodológico doctrinal marxista, denuncian cómo el sistema educativo está al servicio del sistema productivo (Moreno Becerra J. L., 1998, p. 48), y explican la manera en que la educación es utilizada como elemento legitimador de la función de control de la fuerza de trabajo y como elemento de la reproducción de la estratificación social. Es decir, los éxitos de ciertos individuos tanto en el sistema educativo como en el ámbito laboral no tienen base alguna en la aparente competencia tecnocrática y meritocrática, si no que responde a ciertos mecanismos de reproducción del sistema de clases de una generación a otra.

Bowles y Gintis, demostraron mediante un modelo de regresiones lineales, la existencia de ciertos factores determinantes de la renta y el estatus ocupacional de los individuos no considerados hasta ese momento.
Dichos determinantes eran el origen socioeconómico, el nivel educativo, la inteligencia, la raza, el sexo…etc.
Para los economistas radicales, la educación permite segmentar la fuerza de trabajo, obstaculizar un proceso de toma de conciencia de clase por parte de los trabajadores, y legitimar, y reproducir el orden del sistema capitalista (desigualdad).

Según estos autores, las decisiones de contratación y promoción laboral no están realmente ligadas a cuestiones de eficiencia, sino más bien que sobre la base de la eficiencia y la técnica, se busca justificar un proceso que sustancialmente es ideológico, político y social, en términos de asignación de roles, jerarquías y desigualdades.”

Críticas a la teoría del Capital Humano


Hay, al menos, tres enfoques de crítica hacia la teoría del capital humano: Credencialismo, Instucionalismo, Escuela Radical. En esta entrada nos centraremos en el Credencialismo.

Credencialismo:

“Ciertos estudios credencialistas como los de Kenneth Arrow o Paul Taubman y Terence Wales demostraron, que dado un grupo homogéneo de individuos en cuanto al sexo, la raza, el lugar de residencia, los años de escolarización…etc. existían notables diferencias en sus oportunidades de empleo y en sus ingresos, en función de que tuvieran título académico o no. A partir de aquí se plantea que según el razonamiento de los empleadores; a mayor educación (de donde se deduce una buena capacidad y voluntad de trabajar), mayor facilidad para la formación en el puesto de trabajo (menor costo)” (http://nulan.mdp.edu.ar/614/1/rodriguez_ma.pdf)

“Según la visión credencialista la educación no tendría ninguna relación con los procesos de producción e impacto social; sino que, por el contrario, la educación se convierte en el vehículo por el cual los grupos logran estatus, poder y diferenciación social. En tal contexto, y en presencia de asimetrías en los mercados laborales y la vida social, los individuos se comportan estratégicamente; pugnando y/o gestionando la acumulación de títulos, certificaciones, etc. a cualquier costo y esfuerzo, legal o fraudulentamente, incluso.
En los mercados laborales y la vida social se empieza a dar una importancia excesiva a los títulos educativos; provocando un proceso de “titulismo”, “fiebre de los diplomas” o “titulitis”. La idea es que, dado que la posición social de los individuos y puestos laborales parecen depender, en gran medida, de sus certificaciones y diplomas ; todos entran en una carrera desenfrenada en la que tratan de adquirir éstos, no por lo que formalmente acreditan (conocimiento), sino por no quedarse atrás en la competencia con otros que hacen lo mismo. Los resultados son la “inflación de los diplomas” pero con pérdida de valor individual, el exceso de educación -o sobre cualificación- y el subempleo. Se trata de un fenómeno colectivamente irracional obtenido a partir de la agregación de conductas individualmente racionales.” (http://davilarojas.blogspot.com/2009/03/problematica-universitaria-ii.html)

Kenneth Arrow

TIR (tasa interna de rentabilidad)

TIR (tasa interna de rentabilidad)


Buscamos la rentabilidad interna del proyecto. Elegimos el que tenga una mayor TIR.






Ejemplo 1 (lo podemos resolver) 







TIR = 6,6%



Ejemplo 2 (sólo se resuelve por prueba y error)









(Referencia: LASSIBILLE, G. Y NAVARRO, M.L. (2004). Manual de Economía de la Educación. Teoría y Casos Prácticos. Madrid: Pirámide)

Tasa de rendimiento interno de la educación postobligatoria

En esta entrada analizaremos si es rentable o no invertir en educación. Los criterios que utilizaremos serán los mismos que para evaluar cualquier proyecto.
La idea es que para poder comparar costes y beneficios en periodos diferentes tenemos que trasladarlos a un mismo momento del tiempo. Para ello utilizamos la tasa de preferencia social/individual (similar al tipo de interés).






VAN (valor actual neto)

Trasladamos todos los costes y beneficios al momento inicial
¿Es lo mismo 1000 euros hoy que 1000 euros dentro de un año? La tasa de descuento nos permite convertir 1000 euros del año que viene al equivalente a día de hoy.
La tasa de descuento indica una preferencia por el consumo actual. A mayor r más valoramos el presente y menos el futuro.

Ejemplo:
??? € ___________________1050 € Si r = 5% -> 1000 + 1000•0,05 =
= 1000 (1 + 0,05) = 1050 €





El proyecto será atractivo si el VAN es positivo.
Si hay varios proyectos elegimos el de mayor VAN (siempre y cuando sea positivo).
Los flujos de caja = B = I – C en cada uno de los periodos
r nos indica la preferencia temporal. Si no la conocemos (para un determinado individuo) utilizamos el tipo de interés de mercado (P. ej. el EURIBOR o el tipo de interés oficial).

Ejemplo 1: inversión inicial 1000. r = 10%












VAN < 0   El proyecto no sería rentable.

Ejemplo 2: inversión inicial 30000. r = 10%












VAN > 0   El proyecto sí sería rentable.


(Referencia: LASSIBILLE, G. Y NAVARRO, M.L. (2004). Manual de Economía de la Educación. Teoría y Casos Prácticos. Madrid: Pirámide)

Tipos de equidad en la financiación de la educación postobligatoria: ¿empleo de fondos públicos o privados?

Equidad interna, equidad externa

Equidad interna: hace referencia a la necesidad de alcanzar una distribución justa en el acceso a los recursos educativos existentes, y también en los resultados obtenidos por quienes participan, en este caso, en la educación postobligatoria. Se puede medir mediante indicadores como:
- Accesibilidad de los individuos de distintos grupos de renta y zonas geográficas.
-Probabilidad de llegar a cursar estudios postobligatorios según características individuales (sexo, nivel económico, raza…).
- Nivel de subvenciones públicas recibidas por unos u otros grupos.
- Resultados obtenidos por los estudiantes en el proceso educativo.
- Acceso, participación, duración, éxito, fracaso…Etc.
El respeto a este principio de equidad debe garantizar efectos compensatorios que eliminen o disminuyan progresivamente las diferencias existentes por razones de renta, geografía, sexo, raza…etc.
Todo esto se traduce en una igualdad de condiciones dentro del sistema reconociendo la diferencia entre unos y otros.

Equidad externa: se refiere a los efectos que el sistema educativo tiene sobre la distribución posterior de beneficios, es decir, sobre la renta alcanzada, el estatus laboral y profesional, las opciones de empleo, participación social…etc. de los graduados de dicha educación. para que la educación postobligatoria pueda promover una mejora del nivel de equidad externa, debe contribuir a que existe una más igualitaria distribución de la renta y un a mayor movilidad social entre quienes has recibido esa educación. la mejora de ambos objetivos, distribución y movilidad, sólo puede conseguirse mediante una financiación que favorezca la igualdad de oportunidades de quienes tienen mayores obstáculos sociales y económicos que vencer. Todo esto se resume en la necesidad de una igualdad de condiciones fuera del sistema educativo para una entrada en la vida laboral segura y justa.

Las cinco variantes de equidad, deben aplicarse en conjunto para permitir una mejora tangible de la distribución de la renta y de las oportunidades económicas y sociales de cualquier colectividad.

Según lo expuesto la financiación de la formación postobligatoria no debe recaer por completo en el individuo; de lo que se deduce que el desembolso de gastos debe estar compartido entre el estado y el alumno. Me pregunto ¿en qué medida han de pagar cada uno de ellos?, ¿quién asume el grueso de esa financiación? ¿Cómo debiera ser?

Añado ya el último capítulo de los vídeos del economista Claus Moller:



Tipos de equidad en la financiación de la educación postobligatoria: ¿empleo de fondos públicos o privados?

Tipos de equidad en la financiación de la educación postobligatoria: ¿empleo de fondos públicos o privados?
Equidad horizontal, equidad vertical, equidad intergeneracional

Para responder a la reflexión anteriormente expuesta, sería bueno comprender los tipos de equidad que existen; a continuación los explico a mi manera guiándome por el manual “Economía de la educación: costes, beneficios, eficiencia y equidad”.

El principio de equidad se opone a que la financiación de la educación postobligatoria, recaiga únicamente sobre el propio individuo. Este argumento se relaciona con la función de la intervención pública de lograr una más justa distribución de la Renta Nacional y de las oportunidades económicas y sociales.

Existen diversas formas de entender la equidad, en esta entrada veremos tres tipos y en la siguiente otros dos.

Equidad horizontal: “las personas en situaciones iguales deben ser tratadas de modo igual”. Es decir, la carga tributaria, por ejemplo, que debe recaer en personas de capacidad de pago equivalente también debe ser equivalente. Lo que se traduce en: misma capacidad de pago = misma carga tributaria.

Equidad vertical: esta regla de equidad, también se refiere a un tratamiento equivalente según capacidades de pago, pero se basa en la premisa de que las personas con mayor capacidad de pago, deben pagar más.
No existe una única expresión práctica de la aplicación de este principio, se encuentra en permanente debate.
Su aceptación implica la utilización de impuestos de crecimiento proporcional en relación al crecimiento del indicador utilizado para medir la capacidad de pago (renta). Esto, de forma simplificada, significa: más renta = más impuestos.

Equidad intergeneracional: se basa en el principio de “la financiación en el momento de la utilización”. Se refiere a que no debe hacerse recaer sobre generaciones futuras el peso de la financiación de bienes y/o servicios disfrutados por la generación presente. De esta manera se defiende que debe ser salvaguardado el derecho de cada generación a utilizar sus recursos en su propio provecho. Esto es imposible de cumplir en el caso de la seguridad social que, por definición, es una especie de acuerdo entre generaciones. Ya que nosotros en el futuro no disfrutaremos de lo que cotizamos en el presente pero sí que nos beneficiaremos de lo que coticen otros cuando ya no seamos entes activos; de esta manera, ahora disfrutan otros entes no activos de lo que nosotros cotizamos. Y así sucesivamente.
Se debe evitar que la financiación de un bien en el presente traslade el grueso de la carga de su deuda hacia el futuro, por ejemplo vía préstamos de devolución a largo plazo, mermando las propias posibilidades de financiación de nuestros descendientes.
La variable “tiempo” añade complejidad al ya de por sí complejo problema de la equidad distributiva.


A continuación el siguiente vídeo del economista Claus Moller: 



No guarda mucha relación con el tema, pero tampoco hay vídeos en internet que aludan a lo expuesto.

Costes y beneficios sociales de la inversión en capital humano: educación postobligatoria

Costes y beneficios sociales de la inversión en capital humano: educación postobligatoria

Costes sociales: “son aquellos en los que incurre el conjunto de la sociedad para brindar educación a sus miembros. Ejemplos:
- Coste de la producción directa de las actividades educativas, que incluye la utilización de recursos de las instituciones o centros: pagos del personal (docente, técnico, administrativo…), mantenimiento de instalaciones (aulas, bibliotecas…), más ciertos costes extrainstitucionales, financieros o de otro tipo.
- Costes de mantenimiento de los estudiantes (transportes, alojamientos, comedores…)
- Costes de oportunidad de los alumnos, que si no estuvieran estudiando participarían en trabajos remunerados, socialmente productivos. La sociedad sacrifica la fuerza productiva presente de sus estudiantes, por lograr incrementar la producción futura.” (“Economía de la educación: costes, beneficios, eficiencia y equidad”)


Beneficios sociales: “un mayor nivel educativo de un más amplio número de personas conduce a que el resto de los ciudadanos de una colectividad también se beneficie. Algunos ejemplos de externalidades o beneficios sociales son:
- Cambios en las actitudes y valoraciones de la sociedad, una mayor educación favorece la independencia y la libertad de pensamiento, perspectiva…etc.
- Aumento de la participación social en asuntos públicos, tanto a nivel local como nacional.
- Mejora de la eficiencia y del crecimiento de la economía, a mayor cualificación más creatividad y productividad por parte de los trabajadores.
- Descenso de la delincuencia y de los costes de su prevención y persecución.
- Incremento en la recaudación de impuestos (más formación = más consumo). Etc.

La dificultad de su demostración y cuantificación impone que no puedan concluirse con afirmaciones irrefutables.
Con todo esto se apunta a la existencia de beneficios y costes, individuales y sociales, en la educación postobligatoria.” (“Economía de la educación: costes, beneficios, eficiencia y equidad”)

Añado una pequeña reflexión abierta con un vídeo y a continuación el 3er vídeo del economista Claus Moller:

“Si los beneficios de la inversión en capital humano, es decir, en educación postobligatoria, son individuales. ¿La financiación debe ser privada? O si los beneficios personales no están claros, ¿la financiación debe ser pública?
Si decimos que existen también beneficios sociales que revierten en todos, ¿qué tipo de financiación debería establecerse, pública o privada?” 




Vídeo Claus Moller: